Apenas acaba de pasar el Día Internacional de la Juventud, y ese día tanto los políticos como algunos jóvenes que se quieren colgar de ello para buscar escalar cargos públicos, se la pasaron enviando y manifestando su apoyo, solidaridad para quienes “no son el futuro, si no el presente: los jóvenes”

Todo esa demagogia y rollo protagónico se dio durante ese día… y ahora,. que ya pasó la “celebración” qué nos queda. La neta, muy poco

Nunca antes como ahora el ser joven y vivir en Acapulco, en Guerrero es una doble responsabilidad. Ya no se puede echarle la culpa a los padres que con su ejemplo nos han enseñado una cosa y que quieren que en la teoría aprendamos otra.

Hoy, es responsabilidad de cada uno de nosotros de dar lo mejor, de demostrar que podemos ser ese motor de cambio necesario para que pensemos que las próximas generaciones puedan vivir mejor.

Algunos de los chavos ya entraron a clases, otros lo harán la próxima semana, pero hay que aprovechar ese tiempo, no hay nada como prepararse, cultivarse y aspirar a ser mejores personas.

Buscar el buen común debe ser la meta de los jóvenes. Podremos amar, divertirnos, jugar, aprender, caernos, pero siempre sin perder la brújula, la meta y todo lo que vivamos será sólo el número de experiencias que nos hará madurar.

Vivamos nuestra juventud, pero seamos realistas, nos tocó serlo en una etapa muy difícil para Acapulco, para Guerrero y todo México. Saquemos la fortaleza y el carácter, apoyemos nuestra comunidad y con nuestro ejemplo hagamos la diferencia.

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