Aunque nos aferramos a no reconocer que se ha modificado nuestra forma de vida por la serie de hechos que se han desarrollado en Acapulco, lo cierto es que ya nada es igual.

Pero para no puntualizar lo que se hace en Acapulco te diremos lo que sí se hace en ciudades fronterizas de México o con situaciones similares a las que hay aquí y ya dirás tú si te identificas o no:

Los chavos en esas ciudades han reducido hasta en un 70% sus salidas por la noche, toman clases en línea, se comunican con sus padres cada 40 minutos, revisan las redes sociales antes de trasladarse de un lado a otro y avisan a familiares y han dejado de viajar en carretera.

Las universidades, colegios y escuelas han reducido sus matrículas, porque gran parte de los estudiantes y sus padres han decidido trasladarlos a entidades o ciudades con menores índices de violencia.

Gobiernos, instituciones educativas y organismos sociales han implementado programas de atención psicológica a jóvenes que han sido víctimas o han quedado en medio de acciones en los que ha peligrado su vida. De no recibir atención profesional puede verse afectada su conducta de por vida.

De igual forma dichas instancias oficiales, educativas y privadas se han dado a la tarea de establecer protocolos de seguridad con el fin de evitar ser víctima en algún incidente.

La vida nocturna del antro se cambió por la reunión en las casas de amigos. Las convivencias son más en la mañana tarde, que por las noches, y si se convierten nocturnas mejor se quedan a dormir en los sitios de las fiestas.

Esto es lo que sucede en ciudades del norte del país, y te lo comentamos con el fin de que vayas teniendo más información sobre lo que acontece en el mundo juvenil en México. De tu forma de ser depende que no lleguemos a esos extremos en algunos casos.

Pon tu mejor esfuerzo en lo que te hace productivo, como estudiar, hacer deporte, cumplir con tu casa apoyando a tus padres o tutores, disfrutar la vida con responsabilidad… nadie más que tú sabe que vivir libre es lo mejor

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