Las discusiones se han puesto a la orden del día: que si fue la gran noche de México en los premios Oscar o no? Que si Lupita se vio mal diciendo que el premio es sólo mérito de ella y no por ser mexicana. Que si Lubezki y Cuarón debieron al menos mencionar a México en su discurso de agradecimiento, lo cual no hicieron ninguno de los tres. Y la neta, todas esa pérdida de tiempo se puede resumir en una sólo afirmación: Los seres humanos somos ciudadanos del mundo. Motivo por el cual, cada quien se desarrollará donde mejores condiciones tenga para lograrlo. De esa forma, el que nazca en Acapulco podrá tener mejores oportunidades quizá en Querétaro, o viceversa. Y si un mexicano sale del país en búsqueda de mejores condiciones y las logra obtener en otra nación, pues excelente… finalmente vivimos en un sólo departamento o casa que es el mundo… para poder entender a las nuevas generaciones y que ellas entiendan la gama de oportunidades que tienen, debemos comenzar a fomentar que los seres humanos somos ciudadanos del mundo, que no deben detenernos fronteras, ideologías o credos para ir en búsqueda de lo que toda persona tiene derecho: a triunfar y alcanzar el éxito. Esa es quizá la mayor enseñanza que nos dieron en la noche de los Oscar los dos mexicanos Emmanuel Lubezki y Alfonso Cuarón, que el camino al éxito de mayor reconocimiento se construye a través del estudio, el trabajo y el esfuerzo… finalmente es lo que debiéramos de aprender de ellos para que todos los chavos de México le apuesten a ese camino y puedan ya sea aquí en el país o saliendo de él, alcanzar sus sueños, sus metas. Felicidades a todos y cada de los que tienen el deseo de superación y nada los detendrá!!!

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