Apenas la edición pasada señalábamos que hay una gran rebeldía por parte de los jóvenes, en el sentido de que se estaban perdiendo una de las etapas más importante de su vida, la convivencia, la educación y otras actividades presenciales.
Que un alto porcentaje de los chav@ se han deprimido por el encierro obligatorio, cuando lo han estado cumpliendo, o viven una doble vida cuando ocultan a sus padres o con quien vivan que siguen saliendo, reuniéndose, divirtiéndose, sin importarles las consecuencias propias o el daño colateral que ocasionen.
Sin embargo, ante el repunte de contagios, que conste que no es un rebrote, porque ni siquiera hemos terminado en México con la primera oleada de la transmisión del virus, las estadísticas nos arrojan datos preocupantes para el segmento juvenil.
Se pensaba que eran más resistentes al Covid19, que no les afecta tanto, y que la mayoría son asintomáticos -con las consecuencias de llevar el virus a sus familiares-, pero los datos nos dicen otra cosa: hasta el mes de septiembre se habían contagiado OFICIALMENTE en el país, es decir de acuerdo a los datos gubernamentales, que no los reales, alrededor de 127 mil 458 jóvenes entre los 15 y 29 años, lo que representa al 17% de los contagios oficiales del virus.
De esta cantidad 969 han fallecido de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud. Expertos señalan que la cifra es mucho más alta por la resistencia del gobierno a aplicar pruebas masivas.
Los jóvenes son esenciales para frenar la transmisión del Covid19 en el país, por lo que no deben relajarse las medidas preventivas. El segmento juvenil no debe asumir que no le pasará nada, porque las complicaciones y defunciones también ocurren en jóvenes.
Sólo el actúa con responsabilidad de parte de todos y todas, logrará frenar el espiral hacia arriba de contagios… porque desgraciadamente ya rebasamos los 80 mil muertos OFICIALES por Covid19, y aún no se ve la luz en el túnel.