Psic. Brenda Soto *.

Con el inicio de la pandemia por el COVID-19, hemos tenido que tomar las medidas necesarias para poder disminuir el riesgo de contagio. Esto ha implicado tener que mantenemos resguardados en casa y que muchos de nuestros planes, así como nuestra rutina del día a día, se hayan detenido hasta nuevo aviso.

En un inicio, quedarse en casa se pudo haber planteado en nuestro pensamiento como la idea de unas “vacaciones” merecidas donde nos podríamos librar del estrés del trabajo, la escuela o alguna otra actividad que nos pudiese estar causando malestar. Te sientas en la sala, prendes la televisión y decides terminar esa serie que no hablas podido avanzar gracias a tus múltiples ocupaciones. Pero conforme los días van pasando, te das cuenta que los días de la semana se siente todos como domingos sin fin. Percibes que Netflix ya no es suficiente y que quizás empieza a doler la espalda de estar tanto tiempo acostado; los juegos familiares empiezan a fastidiarte o te das cuenta que tus padres empiezan a tronarse los dedos con las cuentas de la casa. Esa sensación pasajera de bienestar se empieza a esfumar de tu cuerpo y es donde el aislamiento social empieza a darte comezón en la nuca. Bueno, esto es completamente normal, porque al estar viviendo momentos de incertidumbre puede provocar desequilibrio emocional en cualquier persona, inclusive en ti. Pero todas estas emociones que estas sintiendo tienen nombre, pero te explicare las dos que he podido observar más en mi entorno:

A la primera la conocemos como ANSIEDAD, éste es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo cuando es sometido a situaciones de peligro y puede variar en intensidad y durabilidad. Algunos de sus síntomas son la sensación de que te falta el aire, taquicardia, sudoraciones, entre otros. į Te ha pasado que después de que empiezas a pensar en algo que te causa malestar, no puedes estar tranquilo? Estar aislado sin saber cuánto tiempo falta para poder volver a salir y poder convivir con el mundo; así como la preocupación y la incertidumbre por tu futuro y de los demás, pueden llevarte a lo que se le conoce como crisis de ansiedad. Ahora bien, el segundo lo conocemos como DEPRESIÓN que conlleva la presencia de tristeza prolongada, trastornos de sueño, falta de interés, sensación de cansancio, falta de apetito; entre otros síntomas. La depresión se clasifica de acuerdo a la intensidad y frecuencia en la que se observa en la persona. Ambos trastornos deben ser diagnosticados por un profesional de la salud.

Sé que es difícil la situación en la que estamos involucrados, pero ahora podemos visibilizar la importancia de nuestra salud mental, por lo tanto, te dejo una lista de sugerencias para poder aminorar tu malestar y poder sobrellevar la cuarentena.

  1. Identifica las emociones que estás sintiendo.

No estamos acostumbrados a cuestionarnos qué es lo que sentimos y qué es lo que pudo dar origen a esto. Es normal sentir miedo, tristeza o estar angustiado porque día a día vivimos con la expectativa de que esta situación tenga fin pronto. Desahoga tus emociones, está bien llorar si te sientes triste y gritar si estás enojado, esto ayudará a sentir un poco de calma.

  1. Realiza actividades que impliquen el autocuidado.

Es decir, planea una rutina; por ejemplo: si a las 9:00 empiezan mis clases en línea, a las 8:00 debería levantarme, bañarme y organizar el lugar donde trabajaré durante el día; y así ir planeando actividades que harás durante el día que generen un estado de control sobre nuestros días. Así mismo, recomiendo desconectarse un poco de las redes sociales o noticieros que nos pueden llegar a abrumar con toda la información que se bombardea diario.

  1. Realiza actividades que te hagan sentir bien.

Puede ser una rutina de ejercicio (lo sé, aunque te dé un poco de flojera, brinda muchos beneficios para la salud mental y fisica), quizás manualidades, terminar de leer el libro que tienes ahí lleno de polvo, pintarte las uñas o hacer ese postre que viste en Facebook.

  1. Redefine tus metas y propósitos.

Posiblemente como todos, tus planes se vieron afectados con la contingencia, pero eso no significa que tengan que morir para siempre simplemente hay que reestructurarlos. ¿Tenías planeado viajar? Bueno, vuelve a planear las actividades que te gustarian hacer en tu viaje. ¿Tu titulación o graduación se vio afectada? Es momento de ponernos a gestionar ese plan B. Hay que empezar a proyectarnos en el futuro para no sentirnos desorientados cuando esta etapa llegue a su fin.

  1. Mantente en contacto con tus familiares y amigos.

Haz una lista de las personas que no has podido mantener contacto desde hace mucho tiempo o con las que te encanta platicar y realiza chats grupales o video llamadas para ponerte al día, jugar o ver películas juntos. Existen diferentes apps con las que te puedes apoyar como Zoom, Skype, Whatsapp, Rave, Netflix Party, Houseparty y Bunch.

  1. ¿Sientes que las emociones o la situación se está saliendo de control?

No estás solo/a, busca ayuda profesional. Por la contingencia se abrieron líneas de apoyo psicológico completamente gratuito como:

TecSalud. Correo: covid19@tecsalud.mx ,Whatsapp: 81 8888 0775

Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México: 55 55 33 55 33

SEP-Educatel: 55 3601 7599 y 800 288 66 88.

Universidad Autónoma de Nuevo León: Whatsapp: 8180 8819 44,

Correo: urgenciaspsicologicas.fapsi@gmail.com

Facebook: Uni Contigo Fapsi

Universidad Anahuac:

correo: clincapsicologia.uauac.mx

UNAM: Tel. 56 22 22 88

Gobierno de Acapulco: Tel. 440-71-72

Recuerda, en estos momentos de crisis y malestar, hay que mantenernos fuertes para el futuro, pero también es válido no poder todos los días. ¡No estás solo/a!


*Brenda Margarita Soto López, originaria de Guadalajara, criada en Acapulco. 25 años. Egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Del año 2017 al 2019 participó como voluntaria para el Observatorio de Factores Psicosociales y Bienestar Organizacional de la UAEM. En el 2018 realizó prácticas en la Clínica de Salud Mental del Centro de Investigaciones Transdisciplinar en Psicología, como psicóloga evaluadora clínica. En el 2019 se desempeñó como psicóloga auxiliar evaluadora forense en el Centro de Convivencia Familiar en Acapulco; y actualmente es auxiliar en el departamento de Bolsa de Trabajo de la Cámara de Comercio de Guadalajara.

Redes Sociales: brenda.sotol@uaem.edu.mx

 

Comentarios

Comentarios